¿CÓMPLICES?

Hay quienes ven inaudito la esclavitud infantil; pero cuando compran no se plantean de dónde viene lo que consumen.

También están los que sufren por el deterioro de sus barrios y la cantidad de comercios que han cerrado; pero sus compras las realizan en las Grandes Superficies y Centros Comerciales.

Algunos se lamentan por el consumismo y por tener que vivir para trabajar con unos salarios míseros; pero quieren tener siempre abierto un lugar donde poder comprar cualquier día, a cualquier hora y cualquier cosa.

Otros acusan al sistema financiero de los males que nos aquejan y no están de acuerdo con

que su banco invierta en armas; pero no se toman su tiempo para buscar una banca ética.

Muchos piensan que la situación actual de corrupción es insostenible; pero culpan a los otros y siguen votando a los mismos de siempre.

Y no faltan quienes se quejan de los recortes sociales, de la privatización de la Sanidad y la Educación, del negocio de las eléctricas y de la falta de inversión en I+D+I; pero creen que protestar no sirve de nada.

Quizás otro mundo sea posible, lo que no es posible es que llegue por sí solo. Habrá que empujarlo para que pueda ser.

TODOS SOMOS CÓMPLICES, PERO SÓLO CADA UNO SABE EN QUÉ MEDIDA. ¡REACCIONA!